Este ilimitado viaje a través de tu cuerpo, a través de cada
célula, es ahora profunda e intensamente energizado.
Hay tanto Amor, hay tanto Amor, aquí, ahora…
Puedes vibrar en él, al tiempo que yo establezco un altar, una
estructura energética hecha de amor, una estructura igual a tu cuerpo de
energía, pero de un tamaño e intensidad mayores: un pedacito de otro mundo que
encaja en este. Abre tu cuerpo físico a la irradiación que este altar entrega
al círculo.
Eres tan amada ahora, eres tan amada…
Este influjo renueva tu cuerpo físico y acerca la posibilidad de
liberarte de la esclavitud respecto a las adicciones de todo tipo.
La base, el origen de las adicciones, es identificarse con el
placer y el dolor.
Un cuerpo que está en el amor no busca ninguna de estas dos
sensaciones para sentirse vivo.
Hay otra sensación que mantiene tu cuerpo vivo en el amor. Es
una sensación desbordante que traspasa las células, haciendo que la energía que
nace de sus núcleos se expanda a su alrededor, uniendo las células entre si, de
modo que no se sienten aisladas. Ese
contacto de unas células con otras multiplica la cantidad de energía que fluye
en los espacios vacíos del cuerpo. Dicho excedente de energía tiene la función
de sostener las estructuras celulares por sí mismas, sin necesidad de una
fuente externa. La estructura celular se convierte en autosuficiente.
El amor que nace de una célula y alcanza a otra, genera una capa
vibratoria que retorna a cada célula constantemente la energía que generó por
sí misma, y, además, aporta al cuerpo flexibilidad, capacidad para el cambio,
para adaptarse a las circunstancias de una forma extraordinaria.
Esa capa de energía amorosa es capaz de reorganizar las
estructuras vitales físicas del cuerpo, y orientarlo hacia la constitución de
un cuerpo menos denso, más expandido, alineado con la nueva energía.
Aún hay algo más: dicha materia amorosa se multiplica entre sí
constantemente y puede irradiar energía más allá del cuerpo físico. Esto
significa que magnetiza, energiza amorosamente el mundo a su alrededor.
Cualquier otro ser que se encuentre cerca de esta irradiación es alcanzado, y
estimulado en su evolución amorosa.
Todo esto quiere decir que si sustituyeseis la búsqueda y la
identificación con el placer y el dolor por la apertura al amor, vuestros
cuerpos comenzarían a evolucionar en el sentido de la ascensión.
Abríos a la plenitud en el cuerpo, experimentad el amor a nivel
físico, trascendiendo así la dualidad, volviéndoos autosuficientes y, además, creadores del nuevo mundo, a partir
de vuestro cuerpo sagrado.
El amor es una flor. Engendra semillas y las entrega, permite
que las semillas caigan, fundiéndose con la tierra.
Vuestro cuerpo de amor no solamente os convierte en creadores, sino
que también os permite entregaros a algo mayor y ser creados por ese algo
mayor. Os permite aceptar la divinidad y convertir vuestro cuerpo en un hogar
para lo divino.
Sois tan amadas ahora, sois profunda y absolutamente amadas
ahora.
Hoy, me siento acunado por vosotros.
Hoy, siento que el amor es mayor en esta tierra.
Una gran flor se abrió, un intenso cuerpo de amor aterrizó y permanece
aquí, a nivel sutil, a vuestra disposición.
Podéis religaros a este centro de amor cuando queráis en vuestra meditación.
Podéis sentir esta flor de mil pétalos que exhala la más sublime
fragancia, un beso, una lágrima, una sonrisa de amor. El amor huele a todas las
cosas. El aroma del amor es la caricia que emana de todas las cosas.
Cuando percibís que sois amadas, emanáis una dulce gratitud, una
luz sutil convertida en un manto que abraza todo. El amor siempre retorna,
porque el amor siempre se multiplica. Siempre es multiplicado.
Os entrego un nuevo corazón desde el paraíso que es esta tierra,
os entrego un corazón puro.
Yo sé que gracias a vosotras este corazón crece, porque vuestros
corazones están hoy encendidos, ardiendo en el fuego del amor. Vuestro cuerpo
es todo fuego, está ardiendo en el amor, haciendo de este círculo una estrella
que ilumina el mundo.
Pasión para todo lo que existe.
Que cada ser encuentre su propio rumbo.
Que el amor florezca cada día con mayor
intensidad.
Aquí y ahora todo es Amor.
Todo es Amor.
Meditación grupal, 26 de agosto de 2012 en 4ventos (Portugal).
Mensaje transmitido por Alberto Saiz Rodríguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario