Vivir así, el cuerpo prendido con alfileres a la
bóveda celeste.
Palpita el pecho, inmenso latido del cielo. La vida es
incomprensible en su fuerza descomunal. ¿De dónde viene este océano universo?
¿Para qué una fuerza tan brutal?
La marea viene y va, entre tanto, la marea del océano
en la tierra. Y tú, algo tan pequeño... un grano de arena en la playa,
insignificante. Nada. La nada conquista el todo. Para salir de la soledad, para
ser una con todo, es necesaria la nada, la insignificancia.
El universo late y con su fuerza te libera ahora;
entrégale tus objetivos, tus dependencias, tus importancias.
Y el cielo se hace tierra, se instala en ella. Y es
con Tu Nombre que se encarna.