domingo, 14 de octubre de 2012

Nuevo mundo (segunda parte)



Este ilimitado viaje a través de tu cuerpo, a través de cada célula, es ahora profunda e intensamente energizado.

Hay tanto Amor, hay tanto Amor, aquí, ahora…

Puedes vibrar en él, al tiempo que yo establezco un altar, una estructura energética hecha de amor, una estructura igual a tu cuerpo de energía, pero de un tamaño e intensidad mayores: un pedacito de otro mundo que encaja en este. Abre tu cuerpo físico a la irradiación que este altar entrega al círculo.

Eres tan amada ahora, eres tan amada…


Este influjo renueva tu cuerpo físico y acerca la posibilidad de liberarte de la esclavitud respecto a las adicciones de todo tipo.
La base, el origen de las adicciones, es identificarse con el placer y el dolor.
Un cuerpo que está en el amor no busca ninguna de estas dos sensaciones para sentirse vivo.

Hay otra sensación que mantiene tu cuerpo vivo en el amor. Es una sensación desbordante que traspasa las células, haciendo que la energía que nace de sus núcleos se expanda a su alrededor, uniendo las células entre si, de modo que no se sienten aisladas.  Ese contacto de unas células con otras multiplica la cantidad de energía que fluye en los espacios vacíos del cuerpo. Dicho excedente de energía tiene la función de sostener las estructuras celulares por sí mismas, sin necesidad de una fuente externa. La estructura celular se convierte en autosuficiente.
El amor que nace de una célula y alcanza a otra, genera una capa vibratoria que retorna a cada célula constantemente la energía que generó por sí misma, y, además, aporta al cuerpo flexibilidad, capacidad para el cambio, para adaptarse a las circunstancias de una forma extraordinaria.
Esa capa de energía amorosa es capaz de reorganizar las estructuras vitales físicas del cuerpo, y orientarlo hacia la constitución de un cuerpo menos denso, más expandido, alineado con la nueva energía.

Aún hay algo más: dicha materia amorosa se multiplica entre sí constantemente y puede irradiar energía más allá del cuerpo físico. Esto significa que magnetiza, energiza amorosamente el mundo a su alrededor. Cualquier otro ser que se encuentre cerca de esta irradiación es alcanzado, y estimulado en su evolución amorosa.


Todo esto quiere decir que si sustituyeseis la búsqueda y la identificación con el placer y el dolor por la apertura al amor, vuestros cuerpos comenzarían a evolucionar en el sentido de la ascensión.

Abríos a la plenitud en el cuerpo, experimentad el amor a nivel físico, trascendiendo así la dualidad, volviéndoos autosuficientes y,  además, creadores del nuevo mundo, a partir de vuestro cuerpo sagrado.


El amor es una flor. Engendra semillas y las entrega, permite que las semillas caigan, fundiéndose con la tierra.
Vuestro cuerpo de amor no solamente os convierte en creadores, sino que también os permite entregaros a algo mayor y ser creados por ese algo mayor. Os permite aceptar la divinidad y convertir vuestro cuerpo en un hogar para lo divino.


Sois tan amadas ahora, sois profunda y absolutamente amadas ahora.


Hoy, me siento acunado por vosotros.
Hoy, siento que el amor es mayor en esta tierra.
Una gran flor se abrió, un intenso cuerpo de amor aterrizó y permanece aquí, a nivel sutil, a vuestra disposición.
Podéis religaros a este centro de amor cuando queráis en  vuestra meditación.
Podéis sentir esta flor de mil pétalos que exhala la más sublime fragancia, un beso, una lágrima, una sonrisa de amor. El amor huele a todas las cosas. El aroma del amor es la caricia que emana de todas las cosas.
Cuando percibís que sois amadas, emanáis una dulce gratitud, una luz sutil convertida en un manto que abraza todo. El amor siempre retorna, porque el amor siempre se multiplica. Siempre es multiplicado.

Os entrego un nuevo corazón desde el paraíso que es esta tierra, os entrego un corazón puro.
Yo sé que gracias a vosotras este corazón crece, porque vuestros corazones están hoy encendidos, ardiendo en el fuego del amor. Vuestro cuerpo es todo fuego, está ardiendo en el amor, haciendo de este círculo una estrella que ilumina el mundo.


Pasión para todo lo que existe.
Que cada ser encuentre su propio rumbo.
Que el amor florezca cada día con mayor intensidad.
Aquí y ahora todo es Amor.
Todo es Amor.


Meditación grupal, 26 de agosto de 2012 en 4ventos (Portugal).
Mensaje transmitido por Alberto Saiz Rodríguez

Novo mundo (segunda parte)


Esta ilimitada viagem através do teu corpo, através de cada célula, está agora a ser profunda e intensamente energizada.

Há tanto amor, há tanto amor aqui, agora...

Podes vibrar nele, ao mesmo tempo que eu estabeleço um altar, uma estructura energética feita de amor, uma estructura igual ao teu corpo de energia, mas de um tamanho e intensidade maiores: um pedacinho do outro mundo a encaixar-se neste. Abre o teu corpo físico à irradiação que este altar entrega ao circulo.

És tão amada agora, és tão amada.


Este influxo renova o teu corpo físico e dá-te a possibilidade de te libertares da escravidão ao respeito das adições de todo o tipo.
A base, a origem das adições, é identificar-se com o prazer e a dor.
Um corpo que está no amor não procura nenhuma destas duas sensações para se sentir vivo.

Há outra sensação que mantém o teu corpo vivo no amor. É uma sensação transbordante que ultrapassa as células fazendo com que a energia que nasce no núcleo delas seja espalhada ao seu redor, ligando-a a outras células de maneira a que não se sentem isoladas. Esse contacto dumas células com as outras multiplica a quantidade de energia que flui nos espaços vazios do corpo. Esse excedente de energia tem a função de suster as estructuras celulares por si próprias, sem necessidade duma fonte externa. A estructura celular torna-se autossuficiente.
O amor que nasce duma célula e atinge à outra, gera uma camada vibratória que retorna a cada célula constantemente a energia que gerou por si própria e, aliás, aporta ao corpo flexibilidade, capacidade para a mudança, para adaptar-se às circunstâncias duma forma extraordinária.
Essa camada de energia amorosa é capaz de reorganizar as estructuras vitais físicas do corpo e colocá-lo numa trilha evolutiva na direção dum corpo menos denso, mais expandido, alinhado com a nova energia.

Ainda há outra coisa: dita matéria amorosa multiplica-se entre si constantemente e pode irradiar energia para além do corpo físico. Isto significa que magnetiza, energiza amorosamente o mundo á sua volta. Qualquer outro ser que fique perto dessa irradiação é atingido, e estimulado na sua evolução amorosa.

Tudo isto quer dizer que se substituírem a procura e a identificação com o prazer e a dor pela abertura ao amor, os vossos corpos começarão a evolução no sentido da ascensão.

Abram-se à plenitude no corpo, experimentem o amor num nível físico, ultrapassando assim a dualidade, tornando-se autossuficientes e, aliás, criadores do novo mundo, a partir do vosso corpo sagrado.


O amor é uma flor. Gera sementes e as entrega, permite que as sementes caiam, unindo-se à terra.
O vosso corpo de amor não somente vos converte em criadores, mas também vos permite entregarem-se a algo maior e serem criados por este algo maior. Permite-vos aceitar a divindade, e converter o vosso corpo num lar para o divino.


São tão amadas agora, são profunda e absolutamente amadas, agora.


Hoje, sinto-me embalado por vós.
Hoje, sinto que o amor é maior nesta terra.
Uma grande flor desabrochou, um intenso corpo de amor aterrou e fica aqui, num nível subtil, ao vosso dispor.
Podem religar-se a este centro de amor quando quiserem na vossa meditação.
Podem sentir esta flor de mil pétalas que exala a mais sublime fragrância, um beijo, uma lágrima, um sorriso de amor. O amor cheira a todas as coisas. O cheiro do amor é a carícia que emana de todas as coisas.
Quando percebem que são amadas, emanam uma doce gratidão, uma luz subtil convertida num manto que abraça tudo. E o amor sempre retorna, porque o amor é sempre multiplicado. É sempre multiplicado.

Entrego-vos um novo coração desde o paraíso que é esta terra, entrego-vos um coração puro.
Eu sei que graças a vós esse coração cresce, porque os vossos corações estão hoje acessos, ardendo no fogo do amor. Vosso corpo é todo fogo. Está a arder no amor, fazendo deste círculo uma estrela que ilumina o mundo.


Paixão para tudo o que existe.
Que cada ser encontre o seu rumo.
Que o amor floresça cada dia com maior intensidade.
Aqui, agora, tudo é amor.
Tudo é amor.


Meditação grupal, 26 de agosto de 2012, nos 4ventos (Portugal).
Mensagem transmitida pelo Alberto Saiz Rodríguez.